
Nunca en mi vida conoceré a alguien tan especial como tú. Me ha costado mucho tiempo darme cuenta de lo maravilloso que eres. Quizás demasiado. Pero ahora que te tengo entre mis brazos ten por seguro que nunca te dejaré escapar de ellos. Porque formas parte de mí, porque formo parte de ti, porque somos uno. En realidad me he portado muy mal contigo, realmente mal. Me empecé a enamorar de ti poco a poco, pero quería luchar contra ti. Tú me conoces mejor que nadie y sabes que en algunas ocasiones no me gusta mostrar mis buenos sentimientos, al contrario, siempre saco los malos. Es algo que me he creado yo sola, un miedo que tengo yo a encerrarme en mí misma y creer que nadie me comprende, que estoy sola, que no existe la felicidad y que no valgo la pena. Pero gracias a ti me he dado cuenta que es posible la felicidad, que realmente alguien te puede amar y que no estás sola. Porque no, porque te tengo a ti. Porque mientras estemos los dos, el uno junto al otro estaremos juntos, pase lo que pase. Lo siento por las veces que no te trato como te mereces, pero ya te lo dije, ya te dije que yo no soy fácil de comprender y de querer. Pero lo más especial de ti es que eres capaz de darlo todo por las personas que quieres sin pedir nada a cambio, que das oportunidades a quién tu consideras especial y que intentas comprender en todos los aspectos positivos y negativos a las personas. En especial a mí. En estos siete meses y medio me has enseñado mucho. Más de lo que tu te puedes llegar a imaginar. Te lo digo muchas veces, y son solo palabras. Pero te amo, te amo como nunca voy a querer a nadie. Y sí, tienes razón, muchas cosas que nos decimos tratándose de tan solo unos niños no pueden ser verdad, o es muy difícil cumplirlo, pero te lo volveré a repetir las veces que haga falta. Sabes mejor que nadie que me tomo la vida de la forma más pesimista posible, que no lo puedo evitar, pero cuando estoy contigo haces que me quite esos mil pesos de encima que llevo. Haces que me olvide de todo lo malo que hay en la vida. Porque tú eres lo único que me alegra. Me encantas, no hay más. Me encanta estar contigo, más que cualquier otra cosa. Me encanta abrazarme a ti, rodearte con los brazos, tocarte el pelo, la espalda, cogerte las manos. Acariciarte, besarte y que hagas esa especie de ronroneo que tanto me gusta. Mirarnos a los ojos y sin decir nada decírnoslo todo. Mirarnos y saber que nos amamos. No te puedo decir más, ya te lo he dicho todo. Solo nos queda vivir mucho más este gran sentimiento y crecer juntos como lo estamos haciendo día a día, pero eso sí, siempre juntos. Sólo tú y yo sabemos lo especial que es esta relación. Sólo tú y yo sabemos lo que nos queremos, lo que nos amamos. Sólo tú. Solo yo. Somos uno. Nadie llegará a comprender el amor que sentimos el uno por el otro ni lo especial que es, porque este sentimiento tan grande que tenemos es difícil tenerlo. Porque ahora me imagino una vida sin ti y no sé como no me he dado cuenta de lo que te necesitaba en ella. Realmente sabes que no me gusta ser ‘cursi’ cuando hay gente, y el tablón no es la mejor manera. Pero en realidad da igual lo que piense la gente, le parezca mal o bien, porque es lo que siento. Lo mío es pensar, y mira, tienes razón, no hay que dejar que lo que digan las personas o como actúen influyan en nuestra relación. Porque sí, porque da igual. Da igual que una determinada persona crea que es más importante para ti que yo, o que tiene mayor importancia y confianza para actuar o influir sobre ti, porque no. Porque tu y yo sabemos que no, y que nos conocemos y queremos mejor que nadie. Te prometo que voy a dejar de una vez el pasado, porque es eso, pasado. Y ahora sí, ahora sí que puede decirte plenamente que confío en ti. Lo siento por haber tardado tanto. No es por ti, lo sabes. Es por mí. Siempre vivo atada a miedos que no son realidad. Te mereces más que nadie ser feliz mi amor. Hoy es tu cumpleaños. Dieciséis años. Muchas más que me quedan por vivir a tu lado. Te agradecería tantas cosas que podría estar diciéndotelas cada día. Recuera que nunca estarás solo.